En Medellín, a través de la magia, se dan cápsulas de amor a niños y niñas para proteger sus derechos y su salud mental

Proteger los derechos de la primera infancia y enseñar a los menores y a sus familias a través del juego, de la risa y de la magia la importancia de la prevención en este aspecto -que además redunda en su salud mental- es la labor que realiza un sicólogo, que se transforma en mago, en un acto de pasión y amor por los niños y niñas de tres comunas de la ciudad.

No es una estrella del espectáculo ni trabaja en grandes escenarios de Las Vegas o de Nueva York.  No anda en limusina. No viste trajes costosos ni hace grandes shows llenos de luces, color y grandes equipos.  No es conocido a nivel mundial, pero lo que hace, es de vital importancia para los niños y las niñas de la ciudad de Medellín quienes son su público, lo aclaman y lo siguen cada vez que hace sus presentaciones. 

Su nombre es Jonatan Díaz Monsalve, sicólogo de la Universidad Luis Amigó y Agente Educativo Psicosocial de la Unidad Administrativa Especializada Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín, donde labora hace seis años.

Magia que protege derechos

¿Y por qué es importante se preguntará usted amable lector?  Pues resulta que Jonatan -como una propuesta pedagógica y de prevención para realizar su trabajo- se transforma en Felimago que -como su nombre lo da a entender y como toda persona dedicada a ese oficio- recibe aplausos y sonrisas de su audiencia.  Pero lo más importante, es que es un personaje que de su sombrero no solo saca conejos y otros objetos, sino enseñanzas dirigidas a los niños y a las niñas de la ciudad acerca de lo importante de hacerse respetar, para que no vulneren sus derechos, aportando a su salud mental, por medio del juego, de la risa y por supuesto, del encanto de la magia.

“La apuesta que tenemos es institucional. Por medio de la risa, del juego y de la magia les enseñamos a los niños acerca de la afectación de sus derechos, para que sepan que se deben cuidar, que nadie los puede tocar, que tienen dos magos que los protegen y que, si les pasa algo, encuentren a alguien acá con quien puedan hablar”, afirma.

Habla de dos magos porque en el escenario lo acompaña Felimuñeca. Dos nombres que surgieron de la propiedad y creatividad de los participantes. El de él, porque a raíz de esta propuesta, a ellos les encanta el tema de la felicidad y el de ella, por las referencias constantes que las niñas hacen de las muñecas y entonces, así los bautizaron.

La propuesta mágica

“Esta propuesta busca protegerlos integralmente, generando esa confianza y ese acercamiento con ellos y con sus familias que son vitales en esto, porque entonces el mago sale, les hace un truco, les provoca una sonrisa, les genera confianza y se aprovecha ese momento para preguntarle a los padres si le dio un abrazo a su hijo o cuándo fue la última vez que le dijo que no se dejara llevar por algún extraño y el mensaje les llega de una manera confiable y amable”.

Sobre los personajes nos cuenta Jonatan, que la idea surgió hace unos cuatro años como propuesta del director de primera infancia de crear un personaje mágico institucional y a falta de uno fueron dos, pero nunca les habían dado una fuerza tan grande como ahora. Ocurrió que hace unos dos años empezaron a gustar mucho en las clases magistrales que daba, aunque los pequeños se desconcentraban bastante y ahora por la pandemia, ante la virtualidad y su ausencia física se popularizaron.

“La propuesta ha gustado y ha calado entre la gente. No salimos en todas las planeaciones de las actividades que hacemos, solo se hace cuando tenemos que hacer el truco más importante con los niños y con las familias, como por ejemplo enseñarles una cápsula sobre abuso infantil o un tema específico.  Entonces buscamos que los niños nos extrañen y se metan en el cuento y es ahí donde lanzamos el mensaje y empezamos a lograr un efecto que llega más allá de lo esperado”, comenta Jonatan.

El truco mágico da resultados

Su trabajo lo realiza como sicólogo de la Corporación Viviendo Juntos y lo ejecuta en los centros infantiles de la Unidad Administrativa Especializada Buen Comienzo de las comunas 7, Robledo; 10, La Candelaria y 13, San Javier.

Son 1.080 niños y niñas de estas tres comunas de Medellín los que se impactan de manera positiva con los mensajes que les transmiten Felimago y Felimuñeca. “Son cápsulas de amor y de prevención que les llevamos con un personaje mágico y lo seguiremos haciendo hasta donde se pueda, con la mayor magia posible y sin límites para trabajar con ellos desde la primera infancia. Esto es pasión y es amor”.

“El truco en sí, es muy básico y no es lo principal, lo que busco realmente es la garantía de sus derechos”, concluye Felimago en señal de despedida, bamboleando su sombrero y preparando su próxima actuación.

Tomado de la Alcaldía de Medellín.